Desde el comienzo del año, los mares de Nueva Esparta han entrado en una fase de protección para uno de sus habitantes más emblemáticos: el pulpo, por lo que se ha declarado la veda del octopus vulgaris, con el objetivo de preservar la población y garantizar su crecimiento saludable.
Al respecto, el Instituto Neoespartano de Pesca, Inepesca, hizo el anuncio de la época de veda para la extracción y comercialización del pulpo, a partir del 1º de enero al 30 de junio, tal como lo establece la resolución oficial, como medida crucial para la conservación de la especie y la sostenibilidad de la especie
La resolución MPC número 145, que rige esta veda, fue establecida en 2008 y se extiende hasta el 30 de junio de cada año. Durante este tiempo, se prohíbe la captura del pulpo para permitir su desarrollo desde el estado larvario hasta la madurez.
Julio González, presidente del Inepesca, enfatizó la importancia de respetar este ciclo vital, no solo para la especie sino también para la economía pesquera a largo plazo. El Centro Nacional de Investigaciones de la Pesca y la Acuicultura (Cenipa) juega un papel clave en el monitoreo de este y otros periodos de veda en Venezuela.
La veda del pulpo es un recordatorio de la responsabilidad compartida entre pescadores y autoridades para cuidar los recursos marinos. Al respetar estas pausas ecológicas, se asegura un futuro próspero tanto para el pulpo como para las comunidades que dependen de él.
Prensa Gebne
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