El 13 de agosto de 1990, bajo el decreto N°71 del Ejecutivo regional, la Cotorra Margariteña, conocida científicamente como Amazona barbadensis y perteneciente a la familia de los Psitácidos, fue oficialmente declarada ave regional del Estado. Esta decisión, liderada por el gobierno de Morel Rodríguez Ávila, busca promover la conservación de la especie y fortalecer la identidad cultural de la región.
El líder político destacó la importancia de la cotorra margariteña no solo como un recurso natural, sino también como un elemento central en las tradiciones y cultura de los margariteños. “Al declarar a la cotorra margariteña como ave regional, reafirmamos nuestro compromiso con la conservación y el respeto por nuestra biodiversidad”, afirmó.
Con este decreto, el gobierno regional exhorta a los organismos de la Administración Pública Nacional, Estatal y Municipal, tanto centralizados como descentralizados, a las entidades privadas, a los particulares y a la comunidad organizada a coordinar, apoyar y colaborar en la realización de acciones orientadas a:
Ejecutar estudios biológicos tendentes a la protección de la especie, dando a conocer estos estudios a nivel local y nacional.
Concientizar al público sobre la problemática actual de la especie.
Fomentar actos culturales que motiven su conservación.
Adoptar medidas de control sobre la captura y comercialización ilegal de la cotorra margariteña.
Cotorra margariteña como ave regional
El Instituto Público Neoespartano para el Ecosocialismo (Inec), ente adscrito al Ejecutivo regional, manifiesta la importancia de esta especie, símbolo de la biodiversidad de Margarita, conocida por su plumaje vibrante y su capacidad para imitar sonidos. Sin embargo, la población de esta ave ha estado en peligro debido a la pérdida de hábitat y otras amenazas ambientales.
El presidente del Inec, Pedro Cardona, expresó: “Queremos realizar campañas de sensibilización para educar a la población sobre la importancia de proteger el hábitat de esta ave regional y fomentar prácticas sostenibles que contribuyan a su preservación.”
Cardona también comentó que la cotorra margariteña se alimenta principalmente en zonas de bajas altitudes, por debajo de los cien metros. Su nido natural es un palosano o vera, especies de árboles usadas con mayor frecuencia para anidar, ubicados principalmente en el municipio Península de Macanao.
En este sentido, el Gobierno regional, a través del Inec, se compromete a implementar políticas de conservación y educación ambiental que garanticen la protección de esta especie emblemática.
Prensa Gebne
Fotos: Cortesía